Todos los días construyo un sueño y una posible opción para cumplir ese sueño, asumo con valentía experiencias que me traen consecuencias no tan buenas para mi vida y para esos sueños que anteriormente me planteaba.
Miro con frecuencias las buenas actitudes y valores de mis compañeras, y es en ese preciso momento donde reflexiono con claridad y constancia acerca del llamado que quiere Dios para mi vida, invitándome así a ofrecer mi vida en momento donde aquellos que están a mi lado necesitan mas de mi.
Día a día ofrezco mi vida a Dios y enfrento miedos y temores frente a mis sueños, renunciando a todo limite que los retrasa, criticando mis decisiones para no tener inseguridades a la hora de planear nuevos sueños, comprometiéndome a luchar por las situaciones que estoy segura van contra mi vida.
Hoy le doy un SI a Dios para hacer posible el sueño que el siempre quiso para mi. HACERME FELIZ.
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